Esta prueba consiste en la introducción de una sonda de pequeño calibre por un orificio nasal, lo que va a permitir estudiar los movimientos del esófago. Tras introducir la sonda, se irá retirando poco a poco y, eventualmente, se le ofrecerán unos tragos de agua que deberá usted tragar cuando se lo indiquemos. Lógicamente, cuanto mayor sea su colaboración, más corta y menos molesta será la prueba. Deberá usted estar lo más relajado posible, manteniendo una respiración pausada y regular; asimismo, en la medida de lo posible, deberá evitar hacer degluciones por su cuenta.